La instalación efímera busca construir una relación distopica sobre la realidad.

Hace mas de 500 años Nicolás Copernico mostró al mundo la astronomía moderna, pasando del universo geocéntrico a un cosmos heliocéntrico, cambiando irreversiblemente la visión del cosmos que había prevalecido hasta entonces. Esta instalación busca, en homenaje a Copernico, construir una atmósfera atípica que podría simular estar dentro de una roca, o sumergidos en una diminuta atmósfera que nos aleja de la realidad, provocando una situación ilógica para el visitante que podría sentirse en otro planeta. : la experiencia de poder mirar lo que nos rodea desde otro sitio desconocido, pero a través de un pequeño elemento metálico, poder mirar hacia el universo para no perder la conexión astronómica de nuestra ubicación real.

La pieza está construida con un único elemento de aspecto rocoso, que asemeja una textura de piedra extraída de la superficie de Marte, de 30cm x 30cm x 60cm, apilados entre sí y que construye una especie de tronco de pirámide por el que se accede a través uno de sus lados para adentrarse en esta atmósfera irreal descontextualizada de donde se ubica.

La pirámide trunca mide 2,4 m de ancho por 3 m de largo y 3 m de alto.

Su construcción, al ser modular, es muy fácil de realizar in situ, pudiendo adaptarse a cualquier contexto: un parque, una plaza, la sala de un museo.