Wawapukllay

2013

Para el desarrollo del proyecto, el equipo acordó un doble objetivo: en primer lugar, la reproducción de las condiciones que permitan fortalecer y ampliar las relaciones sociales y las oportunidades a través de la identificación con el espacio, haciéndose atractivo para más gente e incentivando su uso. Esto implicó absorber e integrar las relaciones sociales y geográficas existentes, para generar nuevos espacios de reconocimiento y enfoque de intentar transmitir la información local de forma transparente.

El segundo objetivo unió a los estudiantes con las de prácticas locales de fabricación. La experiencia se desarrolló a través de ejercicios específicos a escala real y acotado en términos instrumentales y materiales, promoviendo la gestión y la asociación enfocadas en la colaboración. Esto, como una instancia de acción y aprendizaje.

El equipo trabajó la relación objeto-superficie a través de la materialidad del espacio (tierra y pastos), los materiales locales (Chaclas), y la recuperación de los artefactos existentes que ya eran conocidos por los usuarios. La intención era que el objeto original pase a un estado físico que causa un diálogo totalmente actualizado a la lógica original o vernácula, creando casi espontáneamente nuevos sistemas de interacción.

De forma paralela, las oportunidades se identificaron y se incorporaron a partir de cada evento cultural local, incitando al equipo a utilizar nociones diferentes, como lo espontáneo, la alegría, lo cotidiano, lo simbólico, lo subversivo, lo pedagógico, lo accidental y lo ordinario, como base de un nuevo programa capaz de generar encuentros e incluso inventar nuevas prácticas.

De acuerdo con todo lo descrito, se plantea el desarrollo de una zona de juegos, un escenario que se mezcla con la naturaleza de los alrededores, un lugar hecho para el encuentro definido por las sensaciones del usuario, sin necesidad de una predisposición en su recorrido, donde la topografía juega una etapa crucial que presenta elevaciones y depresiones que permiten una nueva comprensión de la superficie por el niño, una topografía que se adapta a los dispositivos de juego existentes y logra un importante vínculo entre el escenario y el nuevo parque.

El proyecto ofrece un espacio abierto y accesible para la distensión y la apropiación de una población aislada con muy pocos recursos, pero con una fuerte convicción de que la transformación de este espacio contribuye significativamente sobre las relaciones colectivas de los habitantes de la comunidad de Coporaque.

Arquitectura: Maximillian Nowotka, AGA Estudio, Lara Placido, Enrique Villacis, Rocio Cayllahua y Cesar Acurio.

Ubicación: Valle del Colca, Coporaque, Perú

Año: 2013

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